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Comunicación
Bajo el brillo imponente de Luis XIV de Francia, el Rey Sol, la música floreció como símbolo de poder, belleza y orden. Lully trazó el lenguaje sonoro de la corte, Marais hipnotizó con su intensidad y Jacquet de la Guerre abrió paso al genio musical femenino en los salones de Versalles. Tras ellos, Rameau y Francoeur recogieron esa herencia y la llevaron hacia nuevas formas, sin perder el esplendor cortesano ni la teatralidad del barroco francés. Este concierto evoca un tiempo donde el arte servía al trono y la música era reflejo de un reino en escena.
Para la preparación de los conciertos se han trenzado cinco de los departamentos del centro: Canto, Cuerda, Música Antigua, Percusión y Viento-madera. Además, colaboran 4 jóvenes invitados del Conservatorio Profesional de Música de Murcia: dos violinistas, un violista y un fagotista.